miércoles, 16 de julio de 2008

Pueblos cazadores y recolectores (Nómades terrestres)

  • Los Chiquillanes

Ubicación: se situaron en la zona cordillerana, entre los Andes y Rancagua. Pueblo muy poco conocido confundido generalmente con los Puelches.
Actividades económicas: eran nómades y cazadores. Su sustento básico era el guanaco: comían su carne y usaban su piel para toldo y vestuario.
Cultura y costumbres: Pueblo relativamente desconocido hasta el siglo XVIII. No se sabe mucho de su modo de vida y creencia. Acostumbraban a practicar el infanticidio femenino, dejándose caer en verano sobre las rucas mapuches para robar mujeres y alimentos.

  • Los Pehuenches (Gente del piñón)

Ubicación: se encontraban el la región cordillerana, desde la cuenca del río Maule hasta la región de Chiloé. Vivían en las zonas montañosas.
Actividades económicas: se dedicaron a la caza del guanaco. Sus armas eran los arcos, las flechas y, sobretodo, las boleadoras. Recolectaban raíces silvestres y frutos como, por ejemplo, el pehuén o piñón, producto de la araucaria que, para ellos, era su árbol sagrado.
Practicaron el intercambio comercial (de sal, pieles, piñones, etc.), en ambas bandas de la cordillera, con otros pueblos, entre los cuales estaban los araucanos.
Cultura y costumbres: vestían con cueros de animales. Sus viviendas, eran cónicas, estaban elaboradas con el mismo material. Tuvieron su propia lengua, que luego fue desplazada por el mapudungún, debido a sus contactos con los mapuches, de los que también aprendieron la cestería.
Las descripciones de los cronistas los muestran como personajes altos, musculosos, de ojos hundidos y faz cuadrada.

  • Los Puelches (Gente del este)

Ubicación: se situaron al sur de los pehuenches, en la zona cordillerana que va desde los 36º a los 38º, de latitud sur.
Actividades económicas: practicaron la recolección de frutos silvestres y, fundamentalmente, la cacería del guanaco. Para ello usaron lanzas, arcos, flechas y las boleadoras.
Cultura y costumbres: se organizaban en pequeñas bandas. Eran monógamos, salvo el cacique. Creían en la existencia de principios negativos y positivos, su religión era controlada por los chamanes.
A través del contacto con los españoles, adquirieron el uso del caballo como elemento de transporte y base de su dieta alimenticia. Sin embargo, su nomadismo hizo que no aprovecharan mejor la influencia hispánica.

  • Los Poyas

Ubicación: se situaron en las inmediaciones del lago Nahuelhuapi, hoy territorio argentino, entre los 41º y 42º de latitud sur.
Actividades económicas: pueblo esencialmente nómade, dedicado a la caza y a la recolección.
Cultura y costumbres: son un subgrupo del pueblo tehuelche, practicaban la poligamia.

  • Los Tehuelches (Patagones)

Ubicación: se situaron en la zona cordillerana que se extiende entre el golfo de Reloncaví y el estrecho de Magallanes.
Actividades económicas: practicaban la cacería del guanaco y el ñandú, junto con la recolección de frutos silvestres. En la caza usaron lanzas, arcos, flechas, hondas y boleadoras. Por contacto con los españoles, hacia el siglo XVIII adquirieron el uso del caballo, lo que les sirvió para la cacería.
Cultura y costumbres: vivían en tiendas confeccionadas con la piel de los animales que cazaban. Desarrollaron el trabajo con cueros (talabartería).
Este pueblo ha sido descrito por los cronistas de gran estatura (1.80 m). Fueron conocidos como patagones, por las grandes huellas que dejaban sus pasos en la nieve.
Pueblo de cultura monógama, creían en la existencia de una vida sobrenatural.

  • Los Onas (Selknam)

Ubicación: Ona, significa “hombre del norte” en idioma yámana. Este pueblo se autodenominaba “selknam”, que quiere decir “los que son iguales”. Se localizaron en la Isla Grande de Tierra del Fuego. En su parte oriental, se ubicó el grupo de los “haush”, rama de los onas.
Actividades económicas: fueron tribus cazadoras de guanacos, zorros y aves. Las mujeres se dedicaban a la recolección de frutos silvestres.
Cultura y costumbres: se cubrían el cuerpo con cueros de lobo marino, zorros y guanacos. Para combatir el inmenso frío de la zona, se untaban el cuerpo con grasa de animales. Además, con fines rituales, pintaban su cuerpo con pigmentos vegetales.
La estatura de los hombres era elevada (1.80 m), mientras que las mujeres eran pequeñas. Su vivienda era cónica, hecha de ramas y cuero. Fueron un pueblo monógamo que no permitía el casamiento entre parientes. El mando era ejercido por el más anciano, asesorado por un consejo de adultos. No tenía mayor estratificación social. Se agrupaban en bandas relativamente pequeñas, de 20 a 40 personas, relacionadas por parentesco. Poseían una fuerte división de los roles, de acuerdo al sexo. Los hombres cazaban, pescaban y fabricaban los toldos en que vivían. Las mujeres mariscaban, recolectaban vegetales y, en general, realizaban labores domésticas. Esta división de roles permaneció en el tiempo gracias a un rito, denominado Kloketén, que servía para iniciar a los jóvenes en la pubertad y, mediante el uso de máscaras y cuerpos pintados, asustar a las mujeres y reforzar el dominio sobre ellas. En este rito se cantaba, se bailaba y se transmitían mitos y leyendas del pueblo ona. Su dios habitaba en el cielo y se llamaba Temaukel. No intervenía en lo cotidiano, pero era juez de lo bueno y de lo malo.

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